26.1.10
Elba y el asesino de Elba en el 2010
Elba y el asesino de Elba”, es un juego de intrigas, pasiones, quebrantos y muerte. Un círculo de amantes (¿de tres? ¿de cuatro personas?) en el que el lenguaje es cíclico, espiralado, con diálogos que se repiten en bocas de distintos personajes. La muerte de Elba, filmada en video y proyectada en un televisor, es quizás el único vestigio de realidad. La televisión juega aquí un papel de anclaje, de enganche con esa realidad de la que los protagonistas huyen. Dos amigas que comparten un secreto a sus amores. Dos hombres que comparen a sus amantes. Una hija que, en su desparpajo adolescente viene a sacudir los cimientos de ese grupo. La revelación, al final de la obra, a través del implacable recurso de la imagen filmada. Allí la trama, que concluye.Las relaciones entre los personajes son el nudo que el espectador va desatando, cerrando el círculo que el autor propone (sombra de una sombra). Allí el texto, que ¿concluye?El lenguaje cíclico, ultraísta, cubista; la puesta realista, aunque con interpretaciones –voluntariamente- forzadas por el director. Allí la estética, que incluye a quien asiste a la presentación de “Elba y el asesino de Elba